Se pueden definir los roles como formas de comportamiento que las personas adoptan. Muchas veces estas posturas son simplemente instantáneas, pero otras expresan rasgos de la personalidad de la personas, una manifestación conductual de la misma. Las personas adoptamos más de un rol, es como si tuviesemos más de una cara a pesar de ser la misma persona, somos alumnos, amigos, hijos, hermanos, novios, jefes... nuestras identidades son cada vez más complejas y eso da lugar a que los roles que adoptemos sean diversos.
Debemos saber que los roles que adoptamos dentro de un grupo van a tener influencia directa sobre este. Pudimos observar este efecto gracias a una actividad, que considero una de las más interesantes realizadas en clase. Seis compañeros de clase tuvieron que realizar un role playing en el que debían simular una reunión entre los educadores de un hogar funcional tratando de resolver un conflicto. El problema era que una educadora había castigado a uno de los niños sin salir de su habitación hasta que terminara sus deberes y sin embargo otra le había levantado el castigo sin consultarlo con nadie y desautorizando a su compeñara. A cado uno de mis compañeros se le había asignado un rol que debían interpretar durante la discusión.
Lo cierto es que la actividad fue muy ilustrativa, ya que nos mostro como ciertos roles pueden ser tremendamente negativos puesto que entorpecen el consenso, como por ejemplo el rol de agresor que es el que interpretó Aitor, también hay otros roles que influyen negativamente como el del pasota, el que defendió Joel. Deberíamos hacer una reflxión sobre qué ocurre con nuestros equipos cuando aparecen estas figuras puesto que puede que haya pasado algo por el camino; sin embargo muchas veces no centramos en otros roblemas y no intentamos solucionar aquellos que afectan directamente al equipo, a la forma en que actúan cada uno de sus miembros. Sin embargo hay otros roles, como los que interpretaron Jara o Joana que ayudan a mantener el grupo unido, puesto que intentan coesionar y mediar cuando surge algún conflicto, intentando buscar una solución en lugar de dar vueltas alrededor del conflicto sin llegar a ninguna parte.
Mucha gente en clase comento que con esa actitud el grupo jamás encontraría una solución pero sin embargo mi opinión dista un poco de ésta. Creo que la búsqueda de soluciones es un proceso, que quizá no pueda resolverse en un día, y pensar que los miembros de un equipo se van a sentar y van sin levantar la voz, sin enfadarse en algunos momentos y que van a llegar a una conclusión muy rápido es bastante útopico, sería lo ideal, cierto, pero las personas tenemos sentimientos y emociones que necesitamos expresar, las personas chocamos por nuestros caracteres diferentes, por la diversidad de maneras que tenemos de ver las cosas, y quizá sea bueno atravesar una primera etapa en la que se discutan este tipo de cosas, se dejen claras y no pasar como si nada porque entonces los problemas se enquistan y se hacen cada vez más grandes. Aunque a veces no sea agradable, creo que en ocasiones es necesario superar este tipo de fases y no fingir que las cosas no nos afectan y que está todo bien. Además una vez superadas estos estadios, en los que el grupo se abre, se desahoga en cierto modo, creo que la confianza aumenta enormemente y que el equipo se fortalece.
Hola Elena,
ResponderEliminarUna de las cosas más interesantes del juego de roles es valorar cuáles son los míos.
¿Podrías identificar los roles más significativos que llevas a cabo en tus diferentes contextos vitales?
Compáralos y valora la posibilidad de tener o no alguno más y cuál.
Saludos
Iñaki