domingo, 9 de octubre de 2011

PRINCIPIOS DEL CÓDIGO DEONTOLÓGICO DE LOS EDUCADORES SOCIALES

Como ya he comentado en la anterior entrada, este curso nos estamos parando a reflexionar sobre los principios éticos que debemos tener en cuenta en nuestra profesión. El objetivo es tratar de memorizarlos y de entender lo que suponen para nosotros.

1. Principio de respeto a los Derechos Humanos
El educador/a social actuará siempre en el marco de los derechos fundamentales y en virtud de los derechos enunciados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Este principio enmarca nuestra actuación, la línea que debemos seguir a la hora de intervenir, siempre respetando los derechos de las personas con las que trabajamos. Ninguna de nuestras intervenciones debe vulnerar esos derechos, aunque de esa manera creamos que conseguimos más rápido o de manera más sencilla nuestros objetivos educativos. El respeto hacia estos derechos debe de ser algo incuestionable para cualquiera de nosotros.

2. Principio de respeto a los sujetos de la acción socieducativa
El educador/a social actuará en interés de las personas con las que trabaja y respetará su autonomía y libertad. Este principio se fundamenta en el respeto a la dignidad y en principio de profesionalidad descrito en este código.

El respeto es un elemento de suma importancia en nuestra profesión. Hemos de basar nuestra relación con el usuario en el respeto hacia su persona, hacía sus creencias, hacia su ideología y evitar actuar de manera paternalista, teniendo siempre en cuenta sus intereses. En mi opinión, aunque este principio nos resulte muy obvio, considero que es muy complicado actuar de tal manera porque muchas veces podremos creer que tenemos la solución a todos los problemas de nuestros usuarios; sin embargo debemos respetar lo que ellos decidan y no imponer nuestro criterio. No debemos olvidar que nuestra función es acompañar en procesos, y no realizar nosotros mismos el proceso de nuestros usuarios mientras ellos se limitan a mirar. Ellos son los protagonistas y jamás debemos perder esta idea de vista, ellos son quienes deben de realizar ese cambio de manera autónoma, tomando sus propias decisiones para evitar una dependencia de los educadores. Es necesario recordar que nosotros no podemos estar a su lado eternamente, que no somos ángeles de la guarda y que llegará un momento en el que esa persona tenga que caminar por si sola, sin nuestra figura a su lado, y sólo garantizándoles ese protagonismo, sólo respetando su libertad y su autonomía podrán conseguirlo.

1 comentario:

  1. Por cierto,Elena,¿ has leído la Declaración Fundamental de los Derechos Humanos?

    Debieras hacerlo y reflexionar sobre aquellos principios que más tienen que ver con la acción socioeducativa.

    Saludos

    Iñaki

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