Hemos dedicado bastantes horas de esta asignatura a hablar de los grupos, puesto que los educadores sociales se enfrentan diariamente con ellos, no sólo trabajan con grupos, sino que también trabajan en grupo. Pero en mi opinión este no es un tema que debería interesarnos únicamente con vistas al futuro, todos tenemos que lidiar con grupos día a día en la universidad y estoy segura que en más de una ocasión nos han dado a todos algún dolor de cabeza, quizá podamos evitarlos a partir de ahora.
Lo primero que hemos aprendido en relación con los grupos es la diferencia entre técnica y dinámica. Podríamos decir que la dinámica examina la manera en que las personas se comportan en grupo, los diferentes estilos de liderazgo y patrones de influencia, los procesos que se llevan a cabo para tomar decisiones, las normas, etc. y sin embargo, las técnicas las aplica el dinamizador con el fin de conseguir un grupo más eficiente, facilitando su aprendizaje, que no sólo se basa en conociemientos, sino tambíen en habilidades de tipo social, en el manejo de emociones y todo aquello que puede enriquecer y servir a un grupo; previniendo y abordando conflictos y promoviendo la participación de manera que las personas se sientan protagonistas y parte activa de lo que hacen, aumentando así su compromiso e incluso su motivación. En relación con lo que acabo de mencionar sobre el abordaje de los conflictos, es importante destacar que, aunque en muchas ocasiones no resultan agradables, no deben evitarse puesto que son un instrumento educativo mediante el cual se permite el desarrollo, son momentos de crisis y de desequilibrio en el que el reajuste se presenta como una oportunidad de cambio y de mejora. Por lo tanto no debemos temer a los conflictos, debemos intentar aprender de ellos.
Bien, hemos dicho que los dinamizadores se sirven de las técnicas que ayuden a la eficiencia del grupo, entonces ¿Cómo sabemos cuando un grupo es eficiente? Para ello es necesario que cuenten con las siguientes características:
- Que sus mienbros se acepten, se respeten y se comprendan.
- Que exista la posiblidad de comunicarse de manera abierta y sincera.
- Que sus miembros sean responsables tanto de su propio aprendizaje como de su conducta.
- Que exista cooperación.
- Que se establezcan procesos a la hora de tomar decisiones.
- Que los miembros sean capaces de enfrentarse a sus problemas y resolverlos de manera constructiva.
Otra pregunta que puede surgirnos en relación con las técnicas es ¿Cómo elegir la técnica adecuada?:
- Según los objetivos que persigamos, puesto que a través de las técnicas trabajaremos unos aspectos concretos que deben ser aquellos que estemos interesados en fomentar.
- Según la madurez y el entrenamiento de los grupos. Es mejor utilizar técnicas sencillas en los grupos que estan empezando, o en los más inexpertos e ir complicándolas poco a poco.
- Según el ambiente físico, el tiempo. No es lo mismo hacer un ejercico a las 9 de la mañana que a las 4 de la tarde puesto que las personas nos encontramos en estados diferentes, más o menos activos, y las técnicas que utilicemos deben tener en cuanta esto, así como el lugar y el espacio donde se hacen. si da juego a desplazarse por el aula o si por el contrario el mobiliaro es fijo, etc.
- Según el tamaño del grupo.
- Según las características de los miembros.
- Según la fase en la que se encuentre el grupo. La primera de ellas es la orientación, la siguiente el establecimiento de normas, seguida de la solución de conflictos, tras la cual alcancaríamos la fase llamada eficiencia, para acabar con la fase final de cierredel grupo. En relación con todo esto es necesario recordar que este proceso no es lineal, que los grupos cambian, entra gente nueva, las personas tienen experiencias que les afectan y por tanto es necesario un reajuste que hace que se retroceda o que se avance por estas fases sin un patrón establecido.
Por tanto es necesario que conozcamos bien a los grupos, a las personas que los componen, que seamos observadores para así poder detectar en la fase en la que se encuentran, en las necesidad de cada uno y así poder desarrollar las técnicas más apropiadas y conseguir de verdad un grupo eficiente. Para acabar quiero decir que considero, echando un vistazo a mi grupo, que funcionamos de manera bastante eficiente, no sólo en vista de los resultados que obtenemos, sino porque cumplimos con la mayoría de los requisitos; pero de todos modos, a partir de ahora ya conocemos algunas claves para poder solucionar todos aquellos conflictos que nos entorpezcan y evitar esos dolores de cabeza.
Hola Elena,
ResponderEliminarEstoy seguro que estás en un grupo que ha iniciado un proceso de equipo. La confianza se establece, también, en explicar o describir el dolor, sea de cabeza o de corazón. El dolor nos informa de que algo pasa y, por tanto, se puede iniciar y/o abordar lo que ocurre.
Muy bien.
Saludos
Iñaki