Con lo constante que estaba siendo yo con el blog!!! Madre mía, me dan un puente y me desorganizo completamente, así que aunque me mate la pereza, ya tengo que actualizar para no perder el ritmo. Vamos a ello!
Bueno, si mal no recuerdo el último día de clase hablamos del estrés, ese que yo ya estoy empezando a notar poco a poco, al ver lo poquito que nos queda para terminar la evaluación y tooooodo lo que nos queda aún por hacer. Y es que yo soy una persona bastante nerviosa y de fácil agobio podríamos decir, así que cualquier consejo para evitar el estrés va a ser bien recibido por mi parte porque en algunas circunstancias los necesito como agua de mayo!!
Podríamos definir el estrés como una respuesta fisiológica del organismo como resultado de la interacción entre elementos ambientales y ciertos pensamientos negativos. Todos estos elementos forman un cículo vicioso sobre el que debemos intervenir para intentar romperlo. Podemos intervenir sobre diversos factores, sobre la conducta del individuo o sobre los pensamientos que generan esa conducta, pero también debemos tener claro que muchas veces los pensamientos que tenemos no tienen mucho que ver con lo que posteriormente hacemos, y esto nos da una pista sobre lo importante que puede ser intervenir sobre la conducta, aunque en mi opinión deberíamos realizar una intervanción más integral sin descuidar ningún aspecto. La clave estaría en ser capaces de crear nuevos pensamientos positivos y conductas automáticas. Pero para conseguir verdaderamente un cambio es necesario construir una relación educativa de confianza para poder introducir propuestas de cambio que sean escuchadas y aceptadas por la otra persona y sobre todo creer que se puede lograr cambiar y que las técnicas de reducción de estrés funcionan. Y mirándome a mí misma considero que este es mi mayor problema, que yo me defino una persona nerviosa y creo este rasgo forma parte de mi y es inalterable, al igual que tengo los ojos marrones y uso un núemero 39 de pie, soy nerviosa. Entonces siento que nada ni nadie puede cambiar ese rasgo en mí, y puede que ante una situación de estrés piense que nada me va a ayudar y eso me genere más agobio todavía. Reflexionando a cerca de todo esto, como autocrítica creo que debo cambiar esa idea de inalterabilidad. Si creo que es posible el cambio en los demás ¿porqué en mí misma no? No se puede ser un buen educador si no confíamos en la posibilidad de cambio de las personas, lo que nos incluye también a nosotros mismos.
Hola Elena,
ResponderEliminar¿Te gustaría trabajar esa cosa llamada "soy nerviosa" en el taller de constelaciones?
Saludos
Iñaki
¡Elena!
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo si queremos cambiar algo en nuestro entorno lo primero que debemos hacer es cambiarnos a nosotros mismos. Pero después de veinte años así, ¿cómo podemos hacerlo?
Ibone
Primero hay que querer cambiar, ¿no os parece?
ResponderEliminarIñaki
Hola Elena!
ResponderEliminarLo primero decirte que me gusta mucho el fondo de las flores de el blog, de da un punto de alegría.
Decirte, que creo que el estrés no lleva ningún sitio, no cambia nada, todo lo contrario, lo empeora.
Estoy muy de acuerdo contigo cuando dices que no se puede ser buen educador si no confías en el las posibilidades de cambio en las personas, creo que es algo que tenemos que tener el cuenta, ya que, si como educador/a no se transmite esa posibilidad de cambio, el colectivo o persona con la que trabajemos menos.
Y para finalizar, decirte que lo que creo que hay que hacer para no estresarse ( no creo que sea nada nuevo) con tantas cosas, es llevar todo al día y no dejar todo para el último momento y en caso de que pase eso, pensar en positivo y decir: YO PUEDO!!
Pasa buen puente y descansa,
Sarai.