Hace unas semanas nuestra compañera Joana nos expuso en clase su experiencia como cooperante en Medellín (Colombia). Durante esos tres meses, estuvo trabajando con niños en situación de calle en "Cuidad Don Bosco" e intento en clase explicarnos los objetivos que persigue esta institución, la función que ella tenía dentro de la misma, y las experiencias más llamativas que vivió durante su estancia. He de decir antes de nada que para mi fue una charla muy emotiva puesto que se nota Joana se ha crecido mucho con esta experiencia que una oportunidad única de aprender y todas esas emociones se hacían visibles durante su discurso.
Nos habló de la manera de trabajar que tenían en el "patio" que es, como ella bien explicó, la primera etapa del programa del menor en situación de calle. Ella no estaba de acuerdo con las intervenciones que se llevaban a cabo, y después de exponerlas, yo tampoco. Todas ellas se basaban en el castigo, pero no había realmente un trabajo educativo por detrás. Como ya hemos estudiado, el castigo es un refuerzo complicado de aplicar, puesto que sólo bien aplicado cumplen su función, y no hay nada más contraproducente que un castigo mal aplicado, como en este caso. Existen otras formas para modificar sus conductas, como nosotros mismos hemos aprendido en clase, y el castigo tan sólo es algo momentáneo que en mi opinión no va a la raíz del problema. Por otro lado también me ha llamado mucho la atención que una de las medidas que se tome ante las malas conductas sea la expulsión del menor del patio. Si el objetivo de la institución, es alejar a los jóvenes de la situación en la que se encuentran y mejorar su calidad de vida ¿qué sentido tiene devolverles a la calle? Considero que esta acción actuaría en contra de los principios éticos establecidos en el Código Deontológico del educador, pero también hemos de tener en cuenta que los educadores en Colombia no tienen un perfil profesional o una formación que avale su actuación, dotándoles de las competencias educativas necesarias para abordar estas problemáticas, desde este punto de vista se entiende la escasa eficacia de sus intervenciones o el sinsentido que resulta para nosotros desde nuestro contexto.
Además Joana nos comentó concretamente el caso de un niño llamado Ángel y yo creo que a toda la clase se nos removió algo por dentro, debido al dilema que supuso aquella situación para nuestra compañera. Este chico que llevaba un tiempo dentro del programa y con una buena evolución, pero en un determinado momento, a raíz de un incidente decide volver a la calle. Joana un día de camino al patio se lo encontró y este le pidió comida, pese a que estaba terminantemente prohibido dar de comer o ayudar de cualquier manera a niños que habían salido del centro. La pregunta que nos lanzó fue la siguiente: ¿Qué habríamos hecho nosotros en su lugar? Creo que una cuestión muy compleja porque por un lado está lo que como personas nos nace hacer, que es ayudar y más a un niño al que conocemos, al que tenemos cariño y por otro lado están los compromisos que exige nuestro trabajo, qué también son importantes. Puede que una reacción este impulsada por la pena, por la lástima que es algo que debemos cuidar como educadores, puesto que es una emoción que nace de nosotros y que puede enturbiar el proceso educativo, pero la otra consiste en obedecer unos principios en los que ni si quiera creía. Realmente no soy capaz de dar una respuesta, pero lo que tengo claro es que cada vez encuentro más sentido a eso de tener el Código Deontológico como libro de cabecera.
Ese mismo día, mi grupo y yo expusimos el tema de las teorías gestálticas. He de decir que fue un tema muy denso y complicado de entender y que por tanto comprendo que la exposición fuese parecida, nuestra intención no era aburrir a nadie, pero el tema era bastante complejo y era difícil realizar una exposición dinámica sobre un tema que ni si quiera dominábamos. Sobre todo esta teoría habla de el darse cuenta de unos mismo, del entorno que nos rodea, tomar el control y desde ahí impulsar el cambio. También habla de la importancia del aquí y del ahora, algo complicado de asimilar para el ser humana que viaja con la mochila del pasado y que todo lo que hace en su vida esta orientado hacia un futuro, ir a la escuela para poder ir a la universidad, para poder tener un trabajo, para poder comprarse una casa, tener una familia, una pensión; todo nuestro presente está lo proyectamos con vistas a conseguir una recompensa futura si disfrutar de lo que eso nos puede aportar en el momento actual. Cómo dijo John Lennon: "La vida es lo que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes". Necesitamos valorar las oportunidades del presente, ver que son el hoy el ahora, lo real, donde podemos intervenir y desde donde podemos cambiar las cosas.